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Mostrando entradas de marzo, 2011

de fiesta interna

Después de varios días de agotamientos varios, por fin hoy he resurgido al ritmo de esto , entre otras cosas. Además, me parece que tengo algo en el estómago y cuando escribo algo no me refiero a algo indefinido, sino a unas mariposas de colores que mueven las alas. Podría ser la primavera, pero me extraña porque la prima me deprime mogollón. Claro, que a lo mejor lo de la renovación de la sangre va y tiene que ver. O, O, O… lo mismo es otracosamásemocionante. Ahí lo dejo. Por lo demás, con la cabeza llena de mil planes a corto plazo que empiezan a cobrar forma. Me encanta que mis ideas crucen la línea que las separa del plano físico. Pensar, idear, visualizar y voilà ahí lo tienes, ha sido niña. Y poco más. Últimamente no recuerdo lo que leo. Tampoco recuerdo lo que quería escribir. Se ve que sólo quiero dormir y soñar y –si eso- bailar un poco. Y es que ahora estoy más musical. Llego a casa y me enchufo las canciones de mi vida . Incluso me estoy planteando retomar el piano. Vamos

la llamada de la selva

Pasado mañana yiiiiiiiiiiiijaaaaaaaaa me pirovampiro a Londres, así que ahora estoy en la fase de superar esos asuntillos previos de mala conciencia maternal, pánico a las alturas, fobia a los lugares cerrados, la noche en blanco noseaquepierdaelmalditoavión y mil otras bobadas que se os puedan pasar por la cabeza. Me reanima saber que son eso, bobadas, y que en cuanto pise –no sé- Gordon Sq (si es que si es que) me brillarán los ojitos. De momento, entre la lluvia de fuera y esto (que ya no me puedo quitar de la cabeza) me voy haciendo a la idea. Por cierto que qué grandes los clash!

entre fogones

Estaba preparando medio entusiasmada la comida de hoy y de repente me he descrito imaginariamente así, entre fogones, sólo que la imagen no es real. En mi casa no hay fogones, ni siquiera hoy huele a -no sé- pan recién horneado. El arroz con verduras se debe exclusivamente a que ayer había guisantes en la frutería y se me ocurrió que C&M disfrutarían desenvainándolos, y yo viéndoles. Así ha ocurrido. Después, ellos se han ido a jugar (el sol y el jardín les esperaban brillantes) y yo me he quedado mirando los guisantes con un poco de cansancio. Intuyo que se avecina la desesperación anímica de la primavera. Lo intuyo por la coca cola extraña que me estoy bebiendo (nunca, pero nunca, me apetece una coca cola, que guardo abajo, en el garaje, por si alguien viene y no quiere té) y por el libro olvidadísimo que gritaba anoche mi nombre desde un lugar inaccesible de la estantería. Una, que está hecha de todo, no reniega de su pasado cursi (por llamarlo de algún modo) y sí, reconozco que

así me va

Tengo tantas novedades tontas agolpadas entre la frente y la nuca que me parece que un día de estos me voy a convertir en un géiser. De momento he pensado aprovechar esta entrada en blanco para desprenderme de un par: Al final C tuvo su fiesta y aunque a mí me costó dos días en el planeta del estrés todo resultó tan fenomenal que sus amiguitos quieren –aymadre- repetir. Estoy contenta porque ha servido para que C se integre definitivamente en su nueva clase, a pesar de ese inolvidable momento en el que hice la croqueta en el salón. Y es que si no hago de las mías reviento, para bochorno de una niñita a la que ya le empiezan a hacer poca gracia según qué cosas. Luego están las novedades discográficas del lucimóvil, ambientadas en el más palpitante estilo neotecno. He accedido a cambiar satie por lady gaga y presiento que éste ha sido el punto de inflexión hacia la nueva era. Mis pins comienzan a desarrollar un criterio musical completamente opuesto al inculcado durante años de dulce imp

algo va mal

Estamos deshumanizados. Vemos las imágenes desoladoras de un terremoto, las de sus consecuencias, sabemos que hay miles de muertos... y cambiamos de canal. No nos afecta más allá del triste y banal comentario qué fuerte lo de Japón, tú. ¿10.000 muertos? ¿25? ¿123.000? Sólo son cifras. No queremos entender. No podemos entender. Ya no. Estamos tan acostumbrados a procesar imágenes de destrucción masiva que lo de la fusión nuclear resulta hasta electrizante. Me recuerda a la tarde de las torres gemelas. Tan irreal. Sabíamos que estaba sucediendo, pero aún había esperanza de que apareciera matt damon y diera un giro inesperado a la situación. Personalmente fue la de Madrid la que más entendí. Tal vez porque me enteré en la estación de cercanías, cuando me disponía -como todas las mañanas- a coger un tren. Tal vez por los minutos de tensión al no localizar al padre de mis pins, que había cogido un tren previo. Tal vez por el silencio universal, atascada en plena castellana, tan roto por las

a la salida del cole

Mami, puedo ir con O a fútbol ¿puedo puedo puedo puedo porfi puedo puedo puedo puedo? Sí, mujer, que se venga, yo le llevo. Pero si va con uniforme. Uf, pues hoy sólo tengo la ropa de O, si no se la dejaba yo ¿Por qué no vas a casa y la coges? Ya le digo a P que llegas enseguida. Porfa porfa porfa porfa mami porfa porfa porfa porfa porfa porfa porfa Bueeeeeeeno, vaaaaaal... ¡VIVA! ¡puedo puedo puedo puedo puedo! ¡A por ellos oe, a por ellos oeeeeee! Vamos O! ¡M! Ni se te ocurra moverte de aquí hasta que salga C. ¿No me has oído? MMMMMMMMMMM!!!!!!!!!!! Hola mami ¿sabes que blablablablablabla...? MMMMMMMMMMMMMM!!!!!!!!!!!!!! Que me vas a dejar sorda. Eh? Ah, ya estás aquí. ¿Qué tal te ha ido? Bie... Demonios. MMMMMMMMMMMM!!!! ¿Quieres venir aquí de una maldita vez? Te quedas sin ir a fútbol ¿me oyes? Pero me has dicho que podía ¿Va a ir a fútbol? Yo quiero ir a casa y hacer tu merienda y la mía. ¿Puedo mami? Sí digo no. ¿Entonces te llevas a M? Sí, no te preocupes MMMMMM!!! OOOOOOOOOO!!!

best news

Imagen
Ayer estaba tan en una nube que me olvidé de mi deber cibernético de compartir con la multitud mi alegría descomunal. Sí. M lo consiguió. Se alzó pasmado con el premio al mejor disfraz. Ya es oficial. Tengo en casa a mister carnaval 2011. No miento cuando digo que no puedo con tanta felicidad. Desde ayer se me ha congelado una sonrisa de gato de chesire en la cara que -entre nosotros- ya está empezando a resultar un poco falsa. Después de varias horas de arduas negociaciones, convinimos una caracterización clásica: mi niño quería convertirse en Arquímedes y a mí me pareció que con una sábana podía organizar algo (¿pero esto?). C optó por el negro y fue el gato más guapo de la historia de los disfraces de gato. A ella le cosí unas orejitas de nada (aún recuerdo ay los kilómetros del traje de porry hatter del año pasado) y una flor en un rabito de tul. Poca cosa para toda esta repercusión. Tengo a mini entusiasmada. Dice no sé qué de comerse a mis niños. Lucimami también llamó para felic

entre el barbecho y la sequía

Prefiero pensar que es en barbecho donde estoy, porque lo de la sequía se me antoja terrible. No me apetece leer, no me apetece escribir, no me apetece pensar. Más o menos estoy desconocida. Si no fuera porque me mantengo firme en lo de dormir pensaría cosas raras. Todo sirve y este proceso de bloqueo intelectual explotará por algún lado, quiero creer, y me dará el ataque creador absoluto de lo mismo pintar que fieltrear que escribir un relato sorprendente. Pero eso si estoy barbechando, porque como haya llegado la sequía pertinaz estoy lista. De lo ultimito que leí antes de la caída, recuerdo un libro que me viene al pelo: Diccionario de literatura para snobs . Me viene al pelo porque yo soy súper snob, claro, y me siento de lo más reconfortada leyendo las breves historias que sólo interesan a los happy few entre los que me incluyo. El autor (Fabrice Gaignault) repasa ácido y por orden alfabético los nombres de los autores que considera imprescindibles en la biblioteca de cualquier sn

a la vuelta de una esquina

Esta mañana en mi camino lalalalala lalalalalala de casa a trabajar he sido interceptada por el brasas. No me ha funcionado el viejo truco de silbar y mirar hacia otro lado y a escasos metros del destino me han dado casi las diez y un sopor del que aún, lo juro, no me he recuperado. El brasas lleva un paraguas colorín que no ha dudado en privatizar en plena alerta por nieve -él es así, muy a lo suyo- mientras me contaba todo a varios grados bajo cero. Todo es todo. Todo empieza el mal día en que nació. Por supuesto desde ahí hasta aquí la vida no le ha dado más que disgustos y por supuesto tenía que volver a contármelo, y de verdad que esta vez me he esforzado por evitar la caraerror qué-pero-qué interesada-estoy. La novedad de esta vez es que tiene un colega que le ha hecho un faenón y aún no ha decidido si le va a perdonar, pero de momento ya ha colgado un video en youtube en el que le cuenta las razones de su malestar. Míralo, está en youtube, tú escribes chema aún te quiero y sale

yuujuuuu

No contentos con fomentar año tras año esa imagen de madre loca que grapa disfraces entre blasfemias en vez de confeccionarlos con amor y trinos de pájaros, en esta nueva edición del maldito carnaval tengo a mis pins entusiasmados porque el mejor disfraz se lleva premio. Los pobres desconocen que lo llevan claro, claro, y mantienen alta la expectativa de alzarse con el galardón. De momento -y a una semana del gran concurso- aún estamos en el proceso - Yo quiero ir de ave fénix - Ya hijo, pero yo no sé hacer un disfraz de ave fénix - Pues mamá, como un pájaro - Ya, pero entonces vas de pájaro no de ave fénix - Y yo voy a ir de cíngara - ¿no hace un poco de frío para que vayas de cíngara? - Sí, pero yo voy a ir de cíngara - El ave fénix se quema - ¿Y qué me quieres decir con eso? Dadme un par de días y una bolsa de caramelos y descubrirán que en realidad quieren ir de bruja y de pirata, una casualidad fenomenal para mamita, que soluciona el marrón con sólo abrir el armario. Buenovale que