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Mostrando entradas de febrero, 2013

un libro

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Antología de Spoon River , de Edgar Lee Masters. Hace no mucho escribía sobre los libros que me gritan un día tras otro, desde su montón en la librería. Lo hice pensando en éste que veis a vuestra izquierdita. Fueron varias las tardes que pasé a su lado y cogí un ejemplar y lo hojeé y lo dejé. Hace poco me rendí. Saqué la banderita blanca -nos vale un cleenex de alergia de febrero- y me lo llevé puesto, que eso que hacía de mini con los zapatos que me gustaban un porrón. Me ha encandilado. No voy a entrar a valorar su forma, ya sabéis, recursos retóricos, lenguaje, rima (sí, es un poemario) y sutilezas creativas. El libro me ha gustado y punto. Me ha encantado. Me ha entusiasmado.

buenos momentos

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Cuando escribo de esas cosas pequeñas que me hacen feliz me refiero a historias como las que reflejan estas imágenes. Un rato ganso en la nieve, la última creación artística de M, de tenedor y pavo. Cielos y mares. Flores o yo descansando.  El caso es que había planificado una entrada llenita de fotos y entre (i) que me he aburrido y (ii) que me he liado a dar vueltas con un palo de bambú lleno de hongos, se me ha ido la planificación a la papelera -ha caido al lado del tronco muerto, por cierto- y el trabajo previo de selección de fotos como que jo.

una entrada edulcorada

Ayer me preguntó C por mi primer novio (¿era guapo?) y todo lo que nos llevó al romance. Ella no quiere novios por ahora, ffff, pero parece que va empezando a interesarse por estas cosillas tan pichis. Yo fui tardía en novios, tardía y ahora que lo pienso bastante escasa, pero vamos, que ése no es el tema. El tema es que a raíz del novio y de aljardíndelaalegríaquieremimadrequevaaaaya, llevo dos días de madre cuentabatallitas. Se acercan con paso firme los cuarenta. Mucho buf. Entre mis batallitas se esconden libros, historias y autores. Los pins están en esa fase en la que lo mismo les da un affair que un libro. Esta mañana ha sido Joyce. No es que yo sea una loca del bloomsday, que no (ni siquiera he estado  -espero enmendarlo pronto- en Dublín). Sé lo justito de él y aunque poseo un Ulises nunca me he enfrentado en serio al libro. Hoy tengo la impresión de que el momento ha llegado (cada cosa a su tiempo, ya se sabe). El caso es que estoy leyendo Dublinés y esta mañana l

sin título

Son varios los días (semanas) que vivo sin ordenador y varios los días (semanas) que vivo entre libros de poesía. Ahí tenéis las dos causas directas de mi desaparición bloguil. Que el resto continúa sin cambios: pins, trabajo y poco más. El ordenador lo dejé para que un amigo hiciera unas pruebas de no sé qué y los libros los he ido comprando últimamente, en mis escapaditas a Madrid (la última el  jueves, gran comida, mucha conversación y una pila de libros). Este fin de semana me lo he dedicado. Era una necesidad tras tantos seguidos tan llenos de trabajo y pins. Así que el viernes pasé la tarde en casa, el sábado lo mismo -con breves incursiones a la plaza, a ver el taller de cine y a C que lo disfrutaba- y el domingo, mañana dominguera en casa con gato y tardenoche en casa de otra manzanariega haciendo yoga y abriendo chacras.

fatalidades

El viernes a las 17:00h me quedé sin caldera. No agua caliente, no cocina, no calefacción. Perfecto para un fin de semana con pins. De hecho, perfecto para cualquier cosa a principios de febrero con este frío continental tan lleno de nieves, últimamente. Afortundamente me hice con dos calefactores que -veremos a cuánto la hora- me permitieron caldear las dos habitaciones más usadas de amiñacasa: el salóncomedordetodoslossantos y la habita compartida de dormir (efectivamente es de los tres juntitos y gato a los pies, salvo cuando anda a lo suyo).

carnaval

Carnaval caaarnavaaaal carnavaaal ¿te quiero? Todos los años la misma pregunta. Desde hace dos de fiesta en la plaza. Éste de algo peludo, blanco y negro que encontré en la casa del padre, que me recuerda mucho a in the name of the father . Mucho frío. C de muñeca de trapo. Con una madeja de lana azul he hecho unas trenzas que ahora va y no quiere. M no lo tiene claro. Primero de luchador de sumo. Ahora de caja. Lo de la caja me motiva pero que mucho. Tengo el garaje lleno de cajas. M es que es muy especial. Luchador de sumo, ave fenix... quiere ser cosas difíciles incluso para una supermamipuedocontodo como yo. Y repito. Mucho frío. Viernes de carnacole. Sábado de carnaplaza. Domingo de carnasamba. Miércoles de sardinas y entierro. A ver si me animo y coloco una entrada con fotos de todo, que seguro que estos días no tienen desperdicio. Con el carnaval voy a medias. No acabo de encontrarle la gracia pero tampoco me he dedicado nunca a entenderlo con ganas. Me sugi

enerolibros

Me autoproclamo desastre y no actualizo ese cuadrito de la derecha que cuenta en qué libros ando y puede ser que parezca que los libros se me enquistan y no es así. Enero terminó con unas cuantas lecturitas, unas más que otras. En particular, La muerte de Virginia, Resurrección, A la comisaria no le gustan los versos, Los combates cotidianos, Mortalidad y Éste es mi lugar. Creo que me falta uno, pero como no le tengo apuntado lo dejo para otro día. De estos libros me han gustado muchomuchomucho y por orden La muerte de Virginia, Mortalidad y Los combates cotidianos. Creo que ya he comentado algo sobre ellos. Recomiendo los tres. Hacen pensar. Dejan con ganas de más. De más libro, de más del autor, de más saber.

this is a man's world

A veces vivo en un mundo de hombres. Un mundo en el que tengo que tener clara la diferencia entre benjamín y alevín. Un mundo de montaje de escenarios en el que la fuerza física es un dato a tener en cuenta. A veces no quiero saber qué significa esa llave inglesa que aparece iluminada en el coche. A veces cargo con un peso pesado escaleras arriba. O tengo que entender a una broca (bueno, vale, esto todavía está en fase pendiente). La parte personal del mundo caracol me la he buscado y la asumo con gracia, mucho amor propio y grandes dosis de humor y bluetack. Ahora bien, la parte profesional... la parte profesional. Uf, la parte profesional.

otro día sin yoga

Me aprietan los pantalones. La sentada de gran parte de la mañana no le viene nada bien a mi pobre circulación y el sol me transporta a los paseos playeros que daría si no viviera en la montaña. Espero impaciente la reunión de las cuatro. Una reunión pedorrísima que no me apetece. Así es este trabajo. Une proyectos ilusionantes con momentos singanas. Como todos, supongo. Sólo que los ilusionantes ilusionan de verdad. Esta semana es lío. Reuniones y sábado de carnaval. Lo del carnaval implica el extra de las cosiditas, que es eso que hago con una grapadora para que mis pins lleguen el viernes al cole de muñeca y luchador de sumo , para qué vamos a andarnos con tonterías. Hace unos días me compré el poemario de Alejandra Pizarnik. Me está gustando. Y hoy he recibido el primer paquetito de torremozas . Incluye tres libros: dos de poemas y uno de relatos. Cuando los lea, si ape, ya los cuento.