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Mostrando entradas de abril, 2013

yo procastino

Ayer leí en el blog de Ivan Entusiasmado  una entrada sobre la procastinación y hoy me reconforta la maravilla de poner un nombre tan pichi a lo que me pasa. Ya no soy una sinvoluntad, sino una estupenda procastinadora. Mola, ¿eh? Procastino desde que dejo para mañana lo de levantarme hoy. Procastino en las tareas caseras de limpiar, de jardinar, de garajear. La vida entera procastino. Como buena procastinadora, la propia procastinación me sume en la más absoluta miseria personal. Soy peorcísima.

acaramelada

Estoy encantadísima. He pasado un fin de semana absolutamente contrario a lo deseado -paz, tranquilidad y tiempo para lalaralaritabarromicasita- que me ha catapultado al planeta de la felicidad. El viernes, cena pasada por agua con amigoscompis. El sábado despedimos la soltería de mini, que se nos casa en junio, y el domingo celebré mi primera boda, que es algo que espero hacer muchas veces porque es terriblemente entrañable (sobre todo conociendo a los contrayentes, que fue el caso). Un fin de semana de carreras, viajes, globos rosas, muchas risas, muchos nervios, nuevos planes (ese curso de cupcakes con las chulis), poco calor, menos dormir y cansancio elevado a n.

he vuelto

De efecto colateral, el bichito me ha dejado un par de regalos bastante molestos que se llaman tos terrible y apatía fenomenal. Así que llevo una semana muy de melancolías, lágrimas y agujetas. Tengo la suerte de compis que me han obligado a salir al sol, muy en contra de mi sinvoluntad, pero con mucho acierto. Hoy me siento mejor y hasta me estoy planteando empezar a ir la gimnasio -diosssss, qué manera de engañarme- a partir del lunes. De momento, el domingo celebro mi primera boda. Creo que puede ser el punto de partida de un proyecto que me sugirieron hace unos días unos conocidos con los que me encontré por la calle. Tengo un trabajo extraordinario (por fuera de lo normal), en el que me enfrento a situaciones en much as ocasiones hilarantes. Mis compañeros de aventura -expresión que incluye a los supervillanos- son una gran fuente de inspiración y en esto que estamos puede resultar interesante escribir sobre las tribulaciones de una politiquilla en un pueblo, mmm... ¿cóm

flojita

Dice la doctora que ha sido un bichito. Una cosa pequeña que me ha dejado tumbada, fundida y deshecha de dolores varios y toses a mogollón. Y entre la enfermedad y la primavera que astenia, ando a trancas, sin ganas. La semana pasada hice muy poco. No leí, no escribí, apenas comí, de disfrazarme de madre ni hablamos. Tan poco hice que poco tengo que contar.  Uno de los días descubrí a Cecilia, la cantante, y me llené el spoty de canciones setenteras. Otro me fundí nosécuántos podcasts de misterio. Otro decidí que estar malo es un horror y que disfrutamos poco la maravilla que es sentirse bien y así fui, sorteando las toses y las fiebres en el camino de la recuperación.

nadie sabe cómo ha sido

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Vas dando una vueltecita por Toledo y fijo que trastabillas con una estatua de Cervantes. Lo casual es que te sientes detrás de una de tantas en una sombra felizmente encontrada y mientras comes unas viandillas y ves los culos de la gente que se cuelga del brazo de la estatua escuches escuultooor... Óscar Alvariño Ey. Óscar Alvariño. Le conozco. Estoy sentada detrás de una escultura que ha hecho una persona que conozco. Mola y tiene sentido fotografiarme con ella.

terrores nocturnos... y diurnos

20:30h (en la cocina) Mamá, ¿puedo bajar al coche a coger mis playmobils? Claro 22:30h (en la cama) ¿Habrá cerrado bien la puerta? 22:31h (en la entrada, la puerta bien abierta a la noche más negra) Mierda. ¿Se puede saber en qué estaba pensando? Espero que no haya entrado nadie. Con el cague propio de una damisela sola en la noche me acuesto después de haber revisado todas las habitaciones. Twice. No hay ningún malo, pero me duermo con la angustia de la imaginación más enrevesada.

marzolibros

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En marzo no ha bajado el montón de los pendientes. ¿Para qué engañarme? Es un montón que sube y sube como los bizcochos de C. Me pasa por ser compulsiva en las librerías. Los libros que me llaman desde las estanterías y eso que ya sabéis. Que no hayan bajado los pendientes no quiere decir que haya dejado de lado las lecturitas. Es sólo que me he dedicado a nuevas adquisiciones y regalos de los que me conocen y me quieren. En marzo han caído 9 libros de muy diferentes estilo y condición. Desde Irremediablemente , de Alfonsina Storni (recibido de la colección a la que estoy suscrita en edición torremozas) hasta Aquí yacen dragones , de Fernando León de Aranoa, un regalo genial que terminé el mismísimo día 31.

ni úbeda ni baeza ni playa ni junio en parís

La previsión destemplada para el fin de semana me arrancó de cuajo las ganas de playa con pins. Lluvia y playa es un gran plan, pero nunca unido al trinomio pins. Así que el sábado nos fuimos a... El Escorial. Trajo M de deberes buscar información sobre el Escorial y qué mejor información que verlo con sus propios ojitos, ¿verdad? Como soy antisocial y odio las muchedumbres, me desperté con calma, hice unos sangüichis y llegamos a las dos, comimos en la explanada y nos pasamos tres horas sin turististás de arriba a abajo, de abajo a arriba, de patio en patio y tiro porque me toca. Más que a la oca, los pins utilizaron el suelo para jugar al ajedrez y así caminábamos, ahora en forma de L, ahora en diagonal, ahora me pido reina, ahora ostras qué pequeña la cama del rey.

chuches

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Una de las cosas que creo hacer bien cuando me disfrazo de madre es no prohibir a los pins el consumo de chuches. En mi casa siempre hay chuches, dulces y caramelos de todos los tipos. Las tengo porque me gustan, of course, pero también porque siempre pensé que la facilidad que da el tenerlas al alcance de la mano le quita la parte de ansiedad a su consumo. Mi miniyo fue una tarde a casa de su vecinitos Israel y Tania y acabó en un rato (después de un hurto de 5 letras, con premeditación y alevosía) con un bote entero de caramelos. La cara de horror de la madre de los vecinitos, los vecinitos detrás cuchicheando sobre mis abultados mofletes y el chivatazo a madre, hicieron que el nudo en mi estómago alcanzara proporciones siderales.

el lenguaje universal

Esta mañana he escuchado una canción y me he puesto de muy muy buen humor. Es una canción que me transmite mucha alegría. Se llama Teresa Rampell  y es el tema que ha escogido el grupo Manel para presentar su nuevo disco (por cierto, que hasta hoy ni idea de este grupo. Eso sí, la canción me ha gustado tanto que pienso ponerme al día, a ver si el resto me emociona igual). El rollo de hoy se debe a que hasta que no he leido la letra (incluso una traduccioncilla) no entendía nada más que felicidad y un algo de amor. He tenido, eso sí, la sensación de que la canción era un paseo. Una chica que salía de su casa y caminaba feliz y firme por las aceras, por lo que parece para encontrarse con el amor. Desde esta mañana me ocurren dos cosas: no puedo dejar de escuchar (y bailar al ritmo de) la canción y no puedo dejar de reflexionar sobre eso de la música-lenguaje-universal. Qué atinada expresión.

distensiones

Pedorrísimos acontecimientos se suceden con la feliz consecuencia de catapultarme a la playa el día menos pensado. Una, de naturaleza bien zen, se va cansando de yoguear in situ las maquivélicas punzaditas que le va dando la vida. Imagino que poner un poco de tierra, mar y perspectiva de por medio me sentará requete por lo de los iones negativos. Así que aprovechando los días felices de las no vacaciones, creo que voy a intentar -si mi antológica pereza tiene a bien- un paseín dominguero por la playa, que me reponga de este desembarco al mundo laboral tan cercado por gente ignorante, incapaz y mala. Por lo demás, con lecturitas nuevas y emocionantes proyectos en el horizonte muy relacionados con esto de las letras en las que encuentro tanto sentido a todo.