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Mostrando entradas de febrero, 2014

paul

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C está preparando su primer examen sobre la parte de la historia antigua que se localiza a orillas de Nilo. Hay asignaturas, materias y temas en los que -¿veis?- puedo ayudar. Le sugerí Hatshepsut para un trabajo sobre un faraón. Fijo que abundaban ramseses y tutankamones y he conseguido un 100% de aciertos en el trivial egipcio de los últimos deberes. Desde siempre me ha atraído la historia antigua de Egipto. Tanto, que en mi habita adolescente las fotos que tenía en la pared eran de Tutankamón y de Paul. Nada de nachapops o madonnas. Mis ídolos, Tutankamón y Paul. 

la entrada de la discordia

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Gato ha estado tres semanas de vacaciones en casa de Ó (gracitas, guapetón). Ha comido mucho y bien. Es evidente que le han mimado horrores. Ha estado tranquilo y el inconveniente de no salir a callejear lo ha solventado con cenas suculentas de ternerita y pollo y mucho mirar por la ventana. Llegó ayer entre muchos grititos de alegría (míos) y esa indiferencia gatuna que se-nota-que-me-quiere-pero-no-nos-vamos-a-entusiasmar-más-de-la-cuenta. Me gustan los gatos y me gusta mucho miau.

las semanas y mis cosas (III)

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Al mal tiempo ya se sabe y hay que mirar siempre el lado mejor de las cosas.  Puse en marcha la semana dándome cuenta de que oh oh mi carné de conducir ni era carné ni me servía para conducir. Más bien era un papelín rosa desvaído y caducado hace la torta. Horror. Mi plan fuerteventureño pasaba por alquilar un cochecín y recorrer la isla de norte a sur y vuelta al centro a por las dormiditas. Inmediatamente -dada la imposibilidad de renovar en tan lamentable poco tiempo- pasé al siempre útil plan b: el de pasar el fin de semana en el centro mismo de la isla y aprovechar las ventajas del no coche. He descansado, he bailado, he jugado al billar que es algo que me sigue encantando (y ahora también a los pins), he paseado por un jardín de cactus, mucha playa, mucho mar, crepes, italianos, M y sus fósiles, meter los pies en el mar (que es algo que me encanta), ver los baños de ellos, insolarme... Por resumir, todas esas cosas tan de los cambios de aire.

mis lecturas de enero

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Acabó el primer mes de 2014 con un total de 6 libros en mi montón de "leídos". Se trata de Legado en los huesos , de Dolores Redondo, Ha vuelto , de Timur Vermes, Poeta de guardia , de Gloria Fuertes, Memorias de Idhún I: La Resistencia , de Laura Gallego, El beso más pequeño , de Mathias Malzieu y El cero y el infinito , de Arthur Koestler. Como dijo Jack The Ripper...

las semanas y mis cosas (II)

Si la idea inicial de escribir bajo este título crecedero era hacer un resumen semanal de las cosas que me pasan (que si lo pienso dos veces, a quién le interesa mujer escríbete un diario), la ejecución del plan ha salido tirando a chapuza.  Ya han pasado -si no he contado mal, que con estas penumbras en las que me gusta vivir podría haber ocurrido- ya han pasado, escribía, siete semanas desde que comenzó el año. Siete semanas, bueno seis, en las que he pasado por alto escribir sobre mis cosas. Semanas en las que he viajado, he reído, no he llorado, me he enfadado, he leído, no me han pasado cosas raras en pijama, me he creado excusas rarísimas para no ir al gimnasio, me he reunido, he trabajado, he estado dolorida, me han ayudado papiymami, nos hemos examinado (cuando una tiene hijos, vuelve a examinarse de fracciones, mesopotamias y metonimias), en fin, tantas cosas que he dejado de escribir por mi pereza legendaria que basta.

sin tregua

En el juego de la oca de este año del tatuaje he tirado los dados y zas de la casilla del hospital a la casilla de la playa. En unos diítas -5 para ser exacta- estaré paseando por Fuerteventura, con gran alegría para mis manos congeladas y qué voy a contar de lo de la nieve y los pies. Nos vamos los tres, con muchas ganas. A ellos les encanta saltarse el cole y el avión. A mí la temperatura y estar por fin juntos, después de todos estos días de ratitos. Nunca he estado en Fuerteventura y ando aún decidiendo si merece la pena alquilar un coche y dar alguna vuelta por la isla o si para un fin de semana nos conviene más un plan tranquilo de jugar en la playa, respirar iones negativos y ya.

escribir como venganza

Anoche escribí un cuentecillo-vudú. Puedo decir que hacía años que no me sentaba en serio con la intención de escribir una historia. Lo sé porque cuando llegó el momento de guardarla oh oh ni siquiera tenía una carpeta correspondiente a 2013. 2013, que ha quedado oficialmente declarado Año del Barbecho. Se ve que desde la soltería no encuentro el  sosiego, ni el momento, ni el lugar. No debería ser así, pero así es. O que se me embarulla todo de tal forma que no encuentro cómo desembarullar. Sea lo que sea, el caso es que anoche acabé con el periodo de reflexión y escribí un cuentecillo-vudú, con la intención inicial -luego llegará la otra, la literaria- de que cada palabra sirviera de alfilerillo y que la historia contada se trasladara a la persona objeto del protagonismo.

leer y seguir leyendo

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Pensaba yo que la convalecencia supondría la reducción drástica del montón de libros que habitualmente me rodea y para mi sorpresa no ha sido así. Hasta ayer, pasaron 10 días de no abrir uno y justo ayer fue que leí un ensayo breve de la colección qué hacemos , de la editorial akal.  Qué hacemos con la literatura. En apenas 60 páginas describe la situación actual de la literatura (nada que no advirtamos en un paseín por cualquier librería), sus causas, el objeto y nuestras responsabilidades como lectores y -en su caso- como escritores.